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El zahori

23 F y el olvido

 

“No está ni se le espera”, "se sienten coño”, “al suelo todo el mundo”, “tranquilo Jordi”, “autoridad competente, militar por supuesto”, “he cursado a los capitanes generales la orden siguiente…”. Son frases que se han quedado grabadas en el cerebro de los españoles. Junto a ellas, las imágenes de los tanques en Valencia, la acorazada Brunete preparada para ocupar la calle, la zancadilla del guardia civil a Gutiérrez Mellado, la gallardía de Carrillo y Suárez .y otras impresiones de una noche que aquí en Zaragoza estuvo marcada por las dudas acerca de la postura del capitán general Elicegui Prieto. Sucesiones de instantáneas que aún siguen impresionando en una tarde noche de expectación, pánico y temor ante el posible regreso a la caverna del terror. Son recuerdos que forman parte del acerbo colectivo y particular como los discursos de Franco, el baño de Fraga en Palomares, los atentados salvajes de ETA, el examen de ingreso a los diez años, el primer sueldo, el primer chapuzón en el mar, el primer amor, la primera vez que lo hice o el primer viaje en avión. Pero por mucho que la larga noche la pasáramos en vilo y sintiéramos que el destino de nuestras vidas podía cambiar por completo, para las generaciones posteriores este pasaje de la historia reciente está casi olvidado. En una encuesta improvisada entre alumnos de primer curso de la Universidad se comprueba tristemente que tan apenas conocen el nombre de Tejero. Contestaciones similares se encuentran en un sondeo callejero entre ciudadanos de 14 a 30 años. Es posible que a estas generaciones les suenen los héroes de la Guerra de la Independencia, las guerras carlistas, Isabel y Fernando y una legión de mitos locales y regionales ahora que sigue la moda de la vindicación de personajes que conforman una identidad territorial. “Es que en bachiller al estudiar Historia nos quedábamos en Franco porque se acababa el curso”. Con esta respuesta justifican los jóvenes el desconocimiento de unos hechos cruciales. Algo está fallando en la educación española y posiblemente en el conjunto de la realidad social. Poco avanzaremos hacia el pensamiento crítico. La dictadura se empeñó machaconamente en recordarnos lo injustificable con canciones en la escuela, formados, brazo en alto. Pero esta democracia prefiere el olvido, por desidia. No es buena cosa.

1 comentario

jrpmato -

Enhorabuena y mis felicitaciones por este nuevo espacio que nos brindas para seguirte, y disfrutar de tu medida palabra, analisis del tiempo y de los hechos, y opinion sin estridencias. Abrazos.